¿Sois de los que os gusta la historia? A nosotros si, y cada vez que viajamos intentamos visitar lugares marcados por ésta. Núremberg es una ciudad conocida por su historia relacionada con el periodo del partido Nazi, convirtiéndola en aquel entonces en el centro de convenciones anuales.
Hitler, el canciller Alemán durante el tercer Reich, quiso hacer de esta ciudad su gran bastión, su base central para expandir el nacismo por toda Alemania, construyendo para ello el campo Zeppelin como punto álgido de sus reuniones con los altos cargos nazis y el Coliseo, imitando al de la ciudad italiana de Roma.
Desde que reservamos el hotel de Núremberg teníamos una cosa muy clara. Queríamos visitar el Reichsparteitagsgelände, un gran terreno donde se encuentran el Coliseo de Núremberg o Kongresshalle, el campo Zeppelin y la gran explanada de desfile militar.
A las afuera de la ciudad se encuentran estas dos obras, construidas durante la época del gobierno nazi. El Coliseo, construido como centro de congresos del partido, y el campo Zeppelin, donde Hitler presidía sus discursos.
Ambos monumentos fueron mandados a construir por Hitler, canciller alemán desde el 30 de enero de 1933 hasta el 8 de mayo de 1945.
Con estas dos grandes obras Hitler quería hacer de Núremberg una ciudad imperial y cuna del nazismo, aunque de poco le sirvió. Incluso como ya veremos, el coliseo no llegó a construirse por completo.

El Coliseo, centro de congresos

La parada del tranvía para frente al Coliseo, de modo que lo primero que se ve al llegar es esta gran obra, réplica del Coliseo de Roma, y que fue mandado a construir por el propio Adolf Hitler para hacerle la “competencia” al romano.
Fue construido por prisioneros de los campos de concentración que fueron llevados a Núremberg expresamente para hacer la construcción, con el pensamiento de usarlo como sede de los congresos del partido nazi.
Una cosa muy curiosa que veréis al llegar es que el Coliseo está a medio hacer ya que, durante la construcción del mismo, estalló la guerra. Actualmente se conserva tal y como quedó en aquel entonces, incluso se puede ver el material de trabajo apilado; ladrillos, herramientas y demás.
Por fuera impresiona, pero más aún cuando lo ves por dentro.

Mientras lo recorríamos por su exterior, entre el silencio y la soledad, un escalofrío recorrió mi cuerpo, como si de un viaje al pasado se tratase, caminando bajo el porche formado por los arcos más bajo y recordando el oscuro pasado de la guerra.
Desde el extremo que da al lago, se puede acceder a su interior, y veréis como el interior está a medio construir, con las gradas a medio hacer, y el material de obra apilado.
Dentro del coliseo se encuentra el Centro de Documentación en el Antiguo Terreno de Congresos del Partido Nacionalsocialista, una exposición que nos acerca un poco más a la historia de este lugar, en la que se puede observar tanto fotografías como material de la época. Nosotros tuvimos la mala suerte de que estaba cerrado cuando fuimos, y no pudimos entrar, pero tiene que ser interesante.
Tras visitar el coliseo, hay que dar un paseo muy agradable hasta llegar al Campo Zeppelin.




Atravesando un pequeño parque junto al lago Dutzendteich, desde donde hay una espectacular vista del coliseo, se llega a la otra obra imperial de Núremberg: Zeppelinfeld.
Campo Zeppelin
Para nosotros era muy especial poder visitarlo, ya que nos interesa mucho la historia y siempre que tenemos la oportunidad de visitar y aprender algo relacionado con el pasado no lo dudamos.
Pero y tú, ¿Sabes que es el campo Zeppelin?
¿Un campo de futbol? No.
¿Un parque con árboles y columpios? No.
¿Un museo de historia? No.
Entonces, ¿qué es? Realmente no es un campo, más bien es una grada con un palco central y con una enorme explanada justo enfrente.
El campo Zeppelin forma parte de la historia, y no solo de la historia alemana, sino europea, e incluso mundial, concretamente del periodo de gobierno de Hitler.
Hasta aquí esta claro, pero ¿Porqué es tan importante y para qué servía?
Pues bien, en esta gran tribuna, Hitler daba sus tan famosos discursos sobre el bien del nazismo y los grandes logros que habían conseguido, los que estaban logrando y los que quedaban por llegar.
Todo mentiras y falacias. Pero la gente le creía.
A sus pies, cientos de miles de personas escuchaban atentos y le aclamaban al terminar sus discursos, como si de robot programados se tratasen, alzando los brazos en alto en señal de respeto a su führer.

Al subir las gradas, y colocarnos frente a la enorme explanada que se situaba frente a nosotros, tan solo de imaginarnos esa imagen, daba bastante impresión.
No es un lugar que esté adaptado al turista, sino que está en las mismas condiciones que se quedó en aquel entonces, aunque sin la simbología nazi que en aquella época presidía el altar y que en la actualidad está totalmente prohibida en todo el país.
De lo que un día fue una enorme explanada bordeada por unas pequeñas gradas, hoy tan solo quedan pequeños restos de piedras que dejan adivinar lo que un día fue un graderío y un llano abandonado.
Es tanto el “odio” y la vergüenza que siente el pueblo alemán por esa época, que el propio campo está atravesado por un circuito de carreras, intentado olvidar ese pasado negro, pero sin destruirlo, para que de algún modo sea recordado y no vuelva a suceder.
El Campo Zeppelin en la actualidad no es un lugar destacado por la abundancia de visitantes que acuden a él, e incluso son muchos los turistas que pasan por esta ciudad sin acercase a el, pero si visitáis Núremberg y tenéis tiempo, os aconsejo visitarlo, porque realmente impresiona.

Como llegar desde Núremberg al Campo Zeppelin y Coliseo
Es muy fácil visitar estas dos grandes obras desde la ciudad, no hay pérdida ninguna.
Hay dos maneras de llegar: tren o tranvía.
Desde la estación central de Núremberg (Nüerberg Hbf) hay que coger el tren S2 hasta la parada Nürberg Frankenstadion Sonderbahnsteig, en la explanada del Campo Zeppelin. El trayecto es de unos 10 minutos, por lo que está relativamente cerca del centro de Núremberg.
Nosotros en cambio usamos el tranvía. En la parada Nürnberg Hbf, frente a la estación central, tomamos el tranvía número 9 y nos bajamos en la parada Nürnberg Doku-Zentrum, frente al Coliseo y ya desde ahí caminamos hasta el Campo Zeppelin. El trayecto dura aproximadamente igual que el tren.
¡No os perdáis esta visita!
¿Cuánto cuesta entrar al Campo Zeppelin y Coliseo?
Tanto para el Coliseo como el campo Zeppelin, la entrada es totalmente gratuita, simplemente camina y contempla parte de la triste historia del periodo nazi.
Para el centro de documentación situado en el Coliseo, el precio es de 5€, y abre de lunes a viernes de 09:00h a 18:00h, y sábados y domingos de 10:00h a 17:00h.