Cuando compramos los billetes de avión para Santiago de Compostela y reservamos el hotel, inmediatamente me puse a buscar como un loco los lugares que no podían faltar en una visita a Galicia. Buscando y buscando di con el cañón de Sil y O Cebreiro, y solo al ver las fotos me entraron unas ganas increíbles de visitarlos.
Pero había un pequeño problema, están un poco lejos de Santiago de Compostela, donde ya teníamos reservado el hotel. O Cebreiro está a dos horas aproximadamente en coche y el cañón de Sil a 1 hora y 45 minutos.
Preparé una ruta sin estar del todo convencido si merecería la pena hacer dos horas de camino para ver un pueblo y unas montañas atravesadas por un río. Y claro, si ahora mismo estáis leyendo esto, es porque efectivamente, al final hicimos la ruta. ¿Merecieron la pena las dos horas de ida y las dos horas de vuelta? Desde luego que sí.
Es más, no es que mereciera la pena, es que, si vais a Galicia y estáis cerca de estos dos lugares, no dudéis en ir. Pocas veces la naturaleza regala un paisaje tan característico y único como el cañón de Sil. Pocas veces el ser humano regala un pueblo tan característico y único como el conjunto etnográfico de O Cebreiro.
Pero no son los dos únicos lugares que conocimos en esta ruta, también visitamos: el Monasterio y Parador de Santo Estevo, Violouxe y su mirador, el miradoiro da Columna, el mirador da Cabezoás y el Monasterio de Santa Cristina.
Ruta entre Ourense y Lugo en coche
Nosotros comenzamos la ruta desde Santiago de Compostela, fijando nuestra primera parada en el Monasterio y Parador de Santo Estevo, muy cerca del primer mirador del cañon de Sil que íbamos a visitar.

En la ruta en coche por Galicia de las Rías Baíxas, comento que si visitáis Galicia, es mejor ir moviéndose de un lugar a otro y hacer noche en distintos lugares.
¿Por qué os dije esto? Muy fácil, de los errores se aprende.
Si nosotros no hubiésemos tenido que volver desde Tui a Santiago de Compostela, habríamos ido directamente a Orense, por ejemplo, para hacer noche, ya que está a mitad de camino entre Tui y el cañón de Sil y habríamos ahorrado así mucho tiempo.
Ya vimos que desde Tui a Santiago hay 2 horas y 10 minutos aproximadamente. En cambio desde Tui a Orense solo hay una hora de camino. No solo nos habríamos ahorrado una hora, que podríamos haber invertido en visitar más cosas, sino que a la mañana siguiente habríamos estado a apenas 45 minutos del Monasterio de Santo Estevo.
Se ahorra bastante tiempo ¿verdad? Por eso, si estáis pensando en hacer varias rutas por Galicia (o cualquier otra parte) no tengáis miedo a ir cambiando de hotel cada noche. Son todo ventajas. Organizad los días y reservad los hoteles.
Por otro lado, el tiempo aproximado entre una parada y otra es:
- Santiago de Compostela a Monasterio de Santo Estevo: 1h y 57 minutos / 1 h y 39 minutos (peaje)
- Monasterio de Santo Estevo a Mirador de Vilouxe: 20 minutos.
- Mirador de Vilouxe a Mirador de Cabezóas: 9 minutos.
- Mirador de Cabezóas a Parada de Sil: 8 minutos.
- Parada de Sil a O Cebreiro: 2h y 10 minutos.
- O Cebreiro a Santiago de Compostela: 2h y 10 minutos.
Monasterio de Santo Estevo
En nuestro caso, partimos desde Santiago de Compostela, poniendo rumbo a pleno corazón de la Ribeira Sacra, en busca del Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, nombrado en 1923 Monumento Histórico Artístico y usado hoy día como parador. Cuentan que este monasterio data de los siglos VI y VII, mezclando dos estilos predominantes: barroco y románico.

La entrada al Mosterio de San Estevo, como se le conoce en gallego, es totalmente gratuita, al igual que a la iglesia.



CONSEJO:
Volviendo al tema de ir cambiando de hotel, este parador puede ser el sitio idóneo para hacer noche entre una ruta y otra. Cuenta con un acogedor spa, un extra que siempre viene de maravilla después de una jornada intensiva andando y visitando cosas sin parar.
El propio parador cuenta con un parking, con lo cual no habrá ningún problema para aparcar el coche.
CONSEJO:
Para buscar el Monasterio en el GPS, es mejor buscarlo por “Parador de Santo Estevo”, ya que si lo buscáis por “Monasterio de Santo Estevo, os dirige a otro monasterio.
Vilouxe y su mirador al cañón de Sil
Tras la visita al monasterio, seguimos nuestro camino en busca de uno de los paisajes más característicos, no solo de Galicia, sino de España me atrevería a decir, y es que, pocas veces si puede ver cruzar un río entre unas montañas tan altas y además, regalar unas imágenes tan preciosas como nos deja el Cañón de Sil.
Si algo bonito tiene viajar, es que aunque lleves una ruta planeada y “más o menos” sepas que te vas a encontrar, siempre hay algo que te pilla por sorpresa. Y eso nos pasó con Vilouxe.
Desde el momento que entramos en el pueblo pensábamos que estaba abandonado. Y no bromeo. Serían algo más de las doce del mediodía cuando llegamos y no se escuchaba absolutamente nada en todo el pueblo.
Para llegar hasta el mirador de Vilouxe hay que cruzar todo el pueblo andando y solo vimos a una mujer en todo el pueblo. Y menos mal que la vimos, porque ya pensábamos que estábamos en medio de un pueblo fantasma. Eso sí, siempre lo recordaré.



Simplemente es único. Parece un pueblo fantasma, sin más. Las casas son de piedras, recubiertas en la mayoría por moho, e incluso muchas de las casas tienen estructuras de madera completamente en ruinas.
A nosotros nos encantan los pueblos pequeños y con encanto, y sin duda, si algún día escribo un post de los pueblos pequeños que hemos visitado, este estaría, como mínimo, dentro del top 5.
Llegar hasta el mirador, es muy fácil.
La mejor (y única) opción, es dejar el coche a la entrada del pueblo, (ya que las calles son muy pequeñas y no pasan los coches) y caminar hasta el mirador.
Es fácil de encontrar ya que hay pequeños cartelitos que indican el camino, aunque el pueblo no es muy grande.
Nosotros dejamos el coche casi en la misma entrada del pueblo, y después de atravesarlo andando, cruzamos un pequeño camino de campo hasta llegar al mirador.
No os preocupéis, el carril está bien marcado y no hay pérdida alguna, además se intuye perfectamente dónde está el mirador, ya que el río se deja ver a lo lejos.
Una vez lleguéis al mirador, simplemente disfrutad de las vistas del cañón de Sil, espacio natural catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria.



Miradoiro da Columna

A pocos menos de 5 minutos del mirador de Vilouxe, está el miradoiro da Columna, un mirador muy especial, ya que se pueden tomar fotos “simulando” que estás al borde de un precipicio.

Las vistas que nos ofrece este mirador son muy parecidas a las del mirador de Vilouxe, pero este, está más cerca de la carretera.

Mirador de Cabezoás y otros miradores

Son muchos los miradores que hay a ambos lados de la montaña y cualquiera de ellos es bueno para ver el paisaje y tomar fotografías.
Nosotros teníamos marcados cuatro miradores: Mirador de Violuxe y Miradoiro da Columna (de los que ya hemos hablado), Mirador As Escadas, Mirador de Cabezoás y Balcons da Madrid.
Nos habría encantado (y en un principio esa era la idea) habernos parado en todos, pero el tiempo solo nos “dejó” pararnos en tres.
El último en el que paramos fue el Mirador de Cabezoás.

Este mirador está en plena línea de carretera. Cosa que tiene su pro y su contra.
La ventaja es que es muy fácil de ver, ya que te lo encuentras de frente. No tienes ni que buscarlo.
El inconveniente o, mejor dicho, el “pero” de estar tan cerca de la carretera es aparcar y salir del aparcamiento con el coche y cruzar la carretera.
Frente al mirador, al otro lado de la carretera, hay un descansillo donde se puede aparcar y donde pueden entrar más de seis coches sin problemas, por lo que muy difícilmente nos lo encontraremos lleno y no podremos parar. El problema está en que tanto el mirador como los aparcamientos están justo en una pequeña curva, con lo que a la hora de salir del aparcamiento con el coche hay que tener bastante cuidado y mirar bien antes de salir a la carretera.
Normalmente son carreteras poco frecuentadas y no habrá ningún tipo de problema, pero quería avisaros de esto ya que toda precaución es poca. Con cuidado no tiene por qué pasar nada.
Pero cuando hay que tener más cuidado es a la hora de cruzar la carretera, sobre todo si vais con niños pequeños, ya que al estar justo en la curva no se ve bien los coches que vienen.
Al ir desde Viloux en dirección a Parada de Sil, los aparcamientos se encuentran a mano derecha y un poco más adelante está el mirador a mano izquierda.
En el mapa de arriba, se puede ver bien la situación del mirador y haceros una idea. Pero no os preocupéis, si vais con cuidado no pasa nada.
Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil
La siguiente parada en el camino fue el Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil.

Unos metros antes de llegar al monasterio, está el mirador As Xariñas de Castro, donde hicimos una pequeña parada para ver de nuevo unas vistas únicas del cañón de Sil.
La entrada al Mosteiro Igrexa de Santa Cristina es de 1€ para los adultos y 0,5€ para los menores de 8 años, permaneciendo abierto de martes a domingo. No obstante, el precio de la entrada está destinado a la conservación tanto del Monasterio como de su entorno, palpable desde el momento que se llega, ya que está muy bien cuidado.

El Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, de estilo románico y considerado Bien de Interés Cultural en 2008, se encuentra en pleno corazón de un bosque de castaños centenarios y junto al río Sil, que sirve como música de fondo a una postal idílica.
Construido a partir del siglo XII, tiene sus raíces en el asentamiento de eremitas que se refugiaban en las orillas del río Sil, buscando una vida basada en la meditación y la oración.
Llegando a ser uno de los monasterios más importantes de la Ribeira Sacra durante la Edad Media, su decadencia llegó con la reforma monástica del siglo XV, convirtiéndose en priorato del Monasterio de Santo Estevo a principios del siglo XVI, hasta que el 1835 pasa a manos particulares y se convierte en granja de labor.
Dentro se puede visitar tanto el monasterio, como la iglesia, uno de los exponentes del románico rural gallego mejor conservados.




Al igual que nos pasó al llegar a Vilouxe, si no fuese porque a la entrada hay una pequeña caseta donde se paga el ticket de acceso y nos atendió un hombre, podríamos haber pensado que estaba abandonado. Que no por eso está descuidado, todo lo contrario.
Con abandonado me refiero a la sensación de vacío y soledad que respiramos desde el momento que llegamos, además tuvimos la suerte de que estábamos los dos solos.
Un monasterio del siglo XII para nosotros. Creo que poco más se puede pedir.
Disfrutamos cada segundo que pasamos allí, y por un momento, parecía que habíamos viajado al pasado, llegando a tener la sensación que de un momento a otro nos íbamos a cruzar con algún monje.
Un lugar único para transportarse a la Edad Media.
Parada de Sil
Después de un viaje único al siglo XII y ya de vuelta al presente, hicimos una parada técnica en Parada de Sil, para reponer fuerzas y seguir nuestro camino.
Aparcamos el coche junto a la Praza do Barquillero y comimos en el restaurante O Curtiñeiro.
Entramos porque vimos mucho movimiento en la puerta y la verdad, acertamos de pleno. Comimos estupendamente y recargamos pilas para seguir con la ruta poniendo rumbo a nuestra siguiente y última parada: O Cebreiro.
Conjunto Etnográfico de O Cebreiro

Desde Parada de Sil hasta O Cebreiro, el GPS nos daba dos opciones, y como siempre, optamos por la más rápida. No sé si nos mandó por el camino correcto o el GPS se “perdió”, pero buena parte del camino se puede decir que fue “medio-regular”. Eso sí, el paisaje era increíble.
Después de todo, llegamos sin problemas y a la hora esperada a nuestro destino. Dejamos el coche en un pequeño descampado a la entrada y disfrutamos de este pueblo.
El conjunto Etnográfico de O Cebreiro, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1962, es la entrada a Galicia del Camino Francés a Santiago de Compostela.


Si por algo fuimos desde Santiago de Compostela hasta O Cebreiro fue para conocer sus particulares viviendas: las pallozas. En total, son cuatro las pallozas que conforman el conjunto etnográfico, hoy en día usadas como museo para que los visitantes conozcan más de cerca la forma de vida de nuestros antepasados.

Este tipo de viviendas son características de la región de Os Ancares. Su peculiar forma se debe a la adaptación al hábitat y al modelo económico de la montaña.
La planta sin esquinas, los gruesos muros y la cubierta de colmo o paja de centeno, hacen de estas viviendas un buen aislante para las bajas temperaturas que se dan en la región.
Nosotros fuimos en abril, y si no recuerdo mal una semana antes había nevado y aún había restos de nieve. Normal que los antepasados que vivieron en estas tierras buscaran una solución al frío, y la encontraron en la palloza.

Por un lado se encuentra el ástrago o la habitación para las personas donde se hacía vida y por otro la estravariza o cuadra del ganado, usada también para guardar el carro y las herramientas.
En el ástrago, se puede distinguir la lareira, donde se colocaba el fuego que calentaba el interior de la vivienda.
Algunas pallozas también cuentan con una planta superior llamada barra, donde se almacenaban la hierba y las cosechas y que, aprovechando el calor de estos materiales, se usaba para dormir.
El horario de visita del Conjunto Etnográfico de O Cebreiro, es de martes a sábado de 8:30 a 14:30 del 15 de junio al 15 de septiembre y de 11:00 a 18:00 de septiembre a junio, permaneciendo cerrado los lunes, domingos y festivos.



Y hasta aquí la segunda ruta por Galicia.
Tras visitar O Cebreiro, pusimos rumbo de vuelta a la capital gallega, para descansar ya que al próximo día nos tocaba conocer Fragas do Eume y La Coruña, la tercera ruta de nuestro viaje.
Nosotros despejamos todas las dudas que teníamos y desde luego la volveríamos a hacer sin duda. Mereció la pena tantas horas de camino.
Pero el viaje no terminó aquí. Al otro día, seguimos recorriendo Galicia, así que no os perdáis la siguiente ruta.