Nueva York no da tregua, y si el día anterior recorrimos más de 20 kilómetros andando por todo el centro de Manhattan, el tercer día por la gran manzana nos tocaba conocer la parte de Lower Manhattan. En este post os vamos a explicar cómo ver la estatua de la libertad gratis, y un recorrido por el distrito financiero y uno de los barrios más populares de Nueva York, Chinatown.
Si estáis preparando un viaje a Nueva York y estáis un poco verdes, todo esto os puede sonar un poco a chino (como nos pasaba a nosotros al principio) así que os pongo un poco en situación.
La isla de Manhattan es tan grande que se divide en cinco partes: Lower Manhattan, Midtown Manhattan, Upper Manhattan, Harlem y Washington Heights. De estas cinco zonas, nosotros visitamos cuatro y este día nos tocaba visitar la parte más al sur de la isla, donde comenzó a nacer la Nueva York que conocemos actualmente.
Lower Manhattan se extiende desde la punta más al sur hasta la calle 14 y abarca barrios tan singulares y diferentes como el Distrito Financiero, Chinatown, o Tribeca.

Como es normal, siempre hay que seleccionar qué ver y qué hacer, y en nuestro caso decidimos ver la Estatua de la Libertad y a la vuelta conocer el Distrito Financiero y los barrios de Chinatown y Little Italy.
¿Creéis que nos dio tiempo? Por supuesto que si! New York tiene algo que te hace andar sin parar y no te das ni cuenta.
CONSEJO:
Si vais a Nueva York o a cualquier parte de Estados Unidos os recomendamos que contratéis un seguro de viaje. En Estados Unidos la asistencia médica es muy cara y si os pasa algo os puede salir muy caro el viaje. A través de nuestro link podéis conseguir un 5% de descuento en Iati.
Seguid leyendo, y os contamos todo lo que ver y hacer en Lower Manhattan. Y si queréis ver cómo nos fue ese día os dejamos el vídeo:
Ver la Estatua de la Libertad gratis
Si algo habíamos leído ciento de veces antes de viajar a Nueva York y todo el mundo coincidía en lo mismo, es que para ir al Ferry de Staten Island desde el que se ver la Estatua de la Libertad hay que ir muy temprano. Y eso hicimos.

Nos levantamos temprano y desde Harlem, donde estaba nuestro apartamento, fuimos hasta el Distrito Financiero en metro y de allí andando hasta la Terminal del Ferry de Staten Island.
Justo en la puerta del Ferry hay una parada de la línea 1 del metro, pero desde nuestro apartamento teníamos que coger la línea 2 o 3. Podríamos haber hecho transbordo y pasar de la línea 2 o 3 a la línea 1 y llegar directamente al Ferry, pero preferimos seguir y bajarnos en la parada Wall Street y de allí ir andando hasta el Ferry, para así dar un paseo junto al río.

CONSEJO:
La Línea 1 del metro llega justo hasta la Terminal del Ferry. La parada para bajaros es la South Ferry Sta y justo al salir de la boca del metro está la puerta a la Terminal de Staten Island Ferry.
¡OJO ahora que es muy importante! El Ferry desde Manhattan a Staten Island es totalmente gratis. Repito, es totalmente gratis. Y pongo mucho empeño porque en la puerta os podéis encontrar a gente que se os acercaran y os intentaran vender tickets para el Ferry. ¡Es un timo! Repito de nuevo, el Ferry es gratis, solo tenéis que entrar a la terminal, subir las escaleras y esperar que abran las puertas para subir al Ferry. No hay que sacar ningún tipo de ticket ni nada.
IMPORTANTE:
El Ferry es totalmente gratuito. Si os intenta vender tickets para el Ferry decidle que no. También hay muchos trabajadores de agencias con diferentes excursiones y tour, pero tened mucho cuidado con los timadores.
Este Ferry lo que hace es cruzar desde Manhattan a Staten Island, pero muchos turistas, como nosotros, lo usan para ver de cerca la Estatua de la Libertad sin dejarse un dinero importante en la excursión hasta la estatua.
CONSEJO:
Si vosotros queréis ir hasta Liberty Island, donde está la Estatua de la Libertad, podéis coger el Ferry de Battery Park, pero este si tiene coste. Eso sí, igual que con el otro, tenéis que ir muy temprano si no queréis estar varias horas en la cola.
Ahora bien, para ver la Estatua de la Libertad hay que saber bien dónde colocarse en el Ferry y nosotros tenemos la clave, o mejor dicho, las claves, por que hay dos tipos de Ferrys:
- Ferry de una planta: Si el Ferry en el que os montáis tiene una sola planta (como en nuestro caso) tendréis que poneros al final del todo del Ferry en un pequeño balcón que tiene. Mi consejo: nada más entrar al Ferry cruzarlo y llegar hasta el final para poder coger un buen sitio y ver bien la Estatua de la Libertad. Esto sirve tanto para la ida como para la vuelta, pero siempre en la parte de atrás. Esto es para verlo sin ningún tipo de cristal de por medio. No obstante, si no os importa, o el tiempo no os acompaña, podéis ver la estatua también desde dentro, pero recordad: para la ida colocaros en la derecha y para la vuelta en la izquierda.
- Ferry con dos plantas: En este caso es mucho mejor. Para la ida colocaros en la derecha y para la vuelta en la izquierda. La planta de abajo tiene cristaleras y la planta de arriba no. Fácil, ¿verdad?

A nosotros nos tocó el Ferry de una planta y no nos fue muy mal… y muestra de ello son estas fotos de la Estatua de la Libertad y del skyline de Manhattan:



Ahora bien, ¿Qué hicimos cuando llegamos a Staten Island? Nosotros nos bajamos y nos subimos de nuevo al Ferry para volver a Manhattan. Bajar del Ferry es obligatorio y no os podéis quedar dentro. Pero dependiendo de la gente que haya os dará tiempo a coger ese Ferry o esperar al siguiente, que no tarda más de 10 minutos.
Otra opción, es bajarse del Ferry, salir de la terminal y ver las vistas que hay al skyline de Manhattan, pero nosotros no queríamos entretenernos mas, por eso cogimos de nuevo el Ferry de vuelta.
Qué ver en el Distrito Financiero
Una vez vista la Estatua de la Libertad, uno de los símbolos destacados de Nueva York, nos fuimos a recorrer el Distrito Financiero.
El Distrito financiero se encuentra en la punta más al sur de Manhattan y desde sus enormes rascacielos, se maneja gran parte del dinero de todo el mundo.

¿Cómo nos imaginábamos nosotros el Distrito Financiero antes de visitarlo? Gente en traje y con maletines, corriendo de un lugar para otro para no llegar tarde a sus trabajos. Y así es siempre entre semana. Pero nosotros fuimos un domingo y el ambiente era mucho más relajado, aunque eso no quita que no hubiera muchísimos turistas.
Battery Park
La primera parada fue Battery Park, junto a la terminal del Ferry. Este parque tiene diez hectáreas y es el primer parque que se construyó en la ciudad de Nueva York. Battery Park debe su nombre a la hilera de cañones que se instalaron para defender la ciudad, aunque actualmente no queda ninguno.
Como es lógico, no recorrimos todo el parque, ya que no teníamos mucho tiempo, pero dimos un pequeño paseo y vimos el Castle Clinton, terminado en 1811 como fortaleza para la artillería de defensa y que actualmente se usa como espacio cultural y recreativo.
El Toro de Wall Street
Desde Battery Park comenzamos a subir y justo donde comienza el Distrito Financiero, nos encontramos con el Toro de Wall Street.
Aunque son muchos los nombres por el que se conoce a este toro, como Wall Street Bull, New York Stock Exchange Bull, New York Bull y alguno más, su nombre original es el Toro de carga, en inglés Charging Bull.
Y vosotros os preguntaréis qué hace una estatua de un toro de bronce de más de tres toneladas en medio de una calle de Nueva York, pues bien, tiene su historia.
Esta estatua fue creada y pagada por el escultor italiano Arturo DiModica para representar el espíritu luchador de los Americanos después de la caída de Wall Street en 1986. La creó el solo en su estudio de el SoHo y tenía pensado colocarla en una calle de Wall Street sin permiso de las autoridades y escapar, pero el plan no le salió del todo bien.
Cuando llegó a la calle donde había pensado colocar la estatua, se encontró un árbol de navidad, así que tuvo que soltar la estatua como pudo y salir corriendo para que no le pillaran.
La estatua gustó tanto a los trabajadores de Wall Street, que aunque en un principio la retiraron, buscaron un lugar mejor y la colocaron donde hoy día se encuentra.
SABÍAS QUE…
Durante un tiempo, frente al Toro de Wall Street se colocó la escultura de “La niña sin miedo”, como un icono de igualdad de género, pero a finales de 2018 se retiró y en su lugar hay una placa que dice: La niña sin miedo se está trasladando a la Bolsa de Nueva York. Hasta que llegue, ponte de pie por ella.
Cuando llegamos a la estatua estaba abarrotada y había una cola enorme para poder hacerse una foto y tocarle los “huevecillos”. Y es que dicen, que si le tocas los huevos al Toro de Wall Street te da suerte en las finanzas. Nosotros no se la pudimos tocar, pero si que se los tocamos al Toro de Frankfurt y la suerte sigue igual.
No obstante, no os olvidéis de visitar esta peculiar estatua y ya sabéis, tocarle los huevillos, que aunque lo veáis enfadado, es un toro muy noble.
Iglesia de la Trinidad y St Paul´s Chapel
Subiendo por la calle Broadway, a menos de cinco minutos andando, llegamos hasta la Iglesia de la Trinidad. Y aquí viene una anécdota de las buenas. La confundí con la St Paul´s Chapel, incluso en el vídeo de ese día lo digo y estaba totalmente convencido.

Pero no creáis que iba muy mal encaminado, y es que la St Paul´s Chapel está un poco más adelante y al ver la Iglesia de la Trinidad, las confundí.
Por eso, apuntadlo bien para que no os pase a vosotros. Hay dos iglesias y están muy cerquita: la Iglesia de la Trinidad y la Capilla de St. Paul, las dos con una gran historia.
CONSEJO:
Recordad, subiendo por Broadway la primera iglesia es la Iglesia de la Trinidad y un poco más adelante (a menos de cinco minutos andando) se encuentra la St Paul´s Chapel.
La Iglesia de la Trinidad (o Trinity Church, en inglés) es de las iglesias más antiguas de Nueva York, inaugurada en el siglo XIX. A su alrededor hay un pequeño cementerio donde descansan grandes personalidades relacionadas con Estados Unidos, como Alexander Hamilton, uno de los Padres Fundadores del país o el ingeniero que desarrolló el primer barco de vapor, Robert Fulton.
Cuando nosotros llegamos estaba cerrada y no pudimos entrar dentro, aunque si dimos un paseo por el cementerio bordeando la iglesia.
Tanto la Iglesia de la Trinidad como la St Paul´s Chapel se encuentran muy cerca del World Trade Center, donde sucedió el fatídico atentado del 11S y es casi un misterio como ambas iglesias permanecieron intactas después del ataque y sirvieron como refugio para todos los que participaron en las tareas de rescate de las víctimas y para que los familiares buscaran información sobre sus seres queridos desaparecidos.
En la planta baja de la Capilla de St. Paul se pueden ver mensajes, objetos, fotos, uniformes de bomberos, etc. Teníamos muchas ganas de visitar el interior de la iglesia y ver todos esos recuerdos, pero como nos confundimos de iglesia, nos quedamos con las ganas. Para la próxima vez seguro que apuntamos mejor las cosas.
No obstante, son dos iglesias que guardan una gran historia y que tienen que ser un punto obligatorio de parada en un viaje a Nueva York.
Federal Hall
La siguiente parada en el recorrido por Lower Manhattan fue el Federal Hall, el primer Ayuntamiento de la ciudad de Nueva York, donde George Washigton fue nombrado como presidente de los Estados Unidos en 1789, aunque no era exactamente tal y como lo conocemos actualmente, y es que en 1812 fue demolido el primer Federal Hall y poco después se construyó el actual edificio.

Actualmente el Federal Hall acoge un museo sobre la historia y evolución del edificio y la entrada es gratuita.
CONSEJO:
Para llegar al Federal Hall desde la Iglesia de la Trinidad es muy fácil, solo hay que entrar por la calle que hay justo enfrente a la iglesia (Wall St) y lo veréis enseguida. Si subís hasta St Paul´s Chapel, lo mejor es bajar hasta la Iglesia de la Trinidad y llegar directos desde la Wall St.
Nosotros tuvimos la mala suerte de que la fachada estaba en obras el día que lo visitamos y la grúa estropeaba un poco las vistas, pero nos conformamos con ver la estatua de la entrada de George Washington.
Bolsa de Nueva York
Frente al Federal Hall se encuentra la Bolsa de Nueva York o lo que es lo mismo, el mayor mercado de valores del mundo. ¿Os imagináis la cantidad de dinero que se maneja dentro de ese edificio? A mi me da hasta mareo solo de pensarlo.
El edificio de la New York Stock Exchange (como se llama oficialmente) se construyó en 1817, a mano de un grupo de corredores de bolsa y más tarde, en 1918 se convirtió en la principal casa de bolsa del mundo, superando a la Bolsa de Londres.

La verdad es que no entiendo mucho de bolsa, pero sentí “muy pequeño” al estar frente a un edificio donde se maneja tanta cantidad de dinero. Como una pequeña hormiga en el Amazonas.
Ayuntamiento de Nueva York y City Hall Park
Desde el primer Ayuntamiento de Nueva York, fuimos hasta el actual Ayuntamiento de la ciudad.

Entre los enormes edificios de Wall Street y sin desviarnos de Nassau St llegamos directamente hasta el New York City Hall, es decir, el Ayuntamiento de Nueva York, bordeado por el City Hall Park, un pequeño respiro verde entre tantos rascacielos.
SABÍAS QUE…
El Edificio del Ayuntamiento de Nueva York ha salido en diferentes películas y series de televisión, como en la famoso película de los Cazafantasmas.
El interior del Ayuntamiento se puede visitar, pero cuando nosotros fuimos estaba cerrado y había bastantes coches, así que imaginamos que había alguna reunión o acto importante y no estaba abierto al público.
Chinatown, un pequeño trozo de China en Nueva York
Tras conocer el Ayuntamiento de Nueva York dejamos atrás el Distrito Financiero, un barrio protagonizado por los enormes rascacielos, las finanzas y el dinero y nos metimos de lleno en un barrio totalmente diferente.

Es casi inimaginable como dos barrios separados por tan solo diez minutos andando, pueden ser tan diferentes.
Chinatown es un barrio tan peculiar y característico que hemos preferido dedicarle un post para hablar más en profundidad de todo lo que se puede ver por sus calles.
Llegamos al mediodía y lo primero que hicimos fue buscar dónde comer y para ello nos fuimos hasta Little Italy.

Como su propio nombre indica, Little Italy, es un pequeño barrio italiano muy cerca de Chinatown. Tan cerca, que es casi imposible trazar una linea que separe estos dos barrios. Vas caminando por una calle con todos los letreros en chino y de repente, los pequeños comercios chinos cambian a pizzerías italianas.
Comimos en la famosa pizzería Lombardi´s y fue todo un acierto. Las pizzas estaban muy buenas y el local es una pasada. Cuando llegamos a la puerta había mucha gente esperando y pensamos que sería imposible coger mesa, ya que desde fuera el restaurante parece muy pequeño. Pero es todo lo contrario, el local es enorme y tiene varios salones en el interior. Incluso para llegar a nuestra mesa pasamos por medio de la cocina. Sin duda un local único.
Nosotros pedimos dos pizzas (son bastantes grandes) y una jarra de coca-cola y nos costó $68,60.
Con las pilas cargadas, dedicamos el resto de la tarde a pasear por Chinatown y aprovechamos para comprar algún recuerdo para los familiares. Sin duda, es la mejor zona para comprar souvenirs, ya que los precios son mucho más económicos que los de las tiendas del centro de Manhattan.
CONSEJO:
En Chinatown es muy común regatear los precios. En todos los negocios están abiertos a negociar los precios (siempre con lógica, claro) y os puede venir muy bien para conseguir souvenirs a muy buen precio.
Aquí terminó nuestro día. ¿y qué más le podíamos pedir? Vimos la Estatua de la Libertad, nos enfrentarnos al Toro de Wall Street, comimos “en Italia” y dimos un paseo por un trocito de China.

Sin duda, un día muy completo, en el que aprendimos algo que nunca olvidaremos: las fronteras no existen. Somos nosotros, los que creamos las diferencias y no nos damos cuenta de lo bonito que es vivir rodeados de diferentes formas de vida.
Si vais a Nueva York os recomiendo que visitéis todas estas zonas y nos comentéis que os parecen.
Y ya sabéis, cualquier duda, ¡aquí estamos para ayudaros en todo lo que podamos!
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